Un fenómeno llamado Maluma
“Yo soy un payaso. Soy una persona y artista real. Yo soy lo que ven, como me muestro en las fotos y en los videos”. Así habla el reguetonero Juan Luis Londoño Arias de sí mismo y de su cuenta de Instagram. Hace más de cinco años (cuando no volaba por América y Europa), esto hubiera sido impensable: incursionaba en las ligas menores de fútbol de la ciudad de Medellín. Hasta que tomó su decisión cumplidos los 16. Firme contra los reclamos de su padre, Luis Londoño, Juan dejó el balón por el micrófono, por el mundo de la música: por su sonrisa paisa desarma-féminas, por su cuerpo atlético y su voz de 'dulce tenor', como lo describe su perfil de la revista Billboard. “Por convertirme en Maluma”, dice él.
Hoy, con tan solo 22 años, el portal de análisis de redes sociales Social Blade lo ubica en el top de Instagram: este joven gana unos 28.000 seguidores al día. Es el cantante latinoamericano con más adeptos en el continente en esa plataforma; tiene más de 16 millones de fans. No sin razón ganó en el 2014 el MTV Millennial Award como Estrella Latina de Instagram.
Él sabe que su juventud, su atractivo y su buen gusto por la indumentaria (ya lanzó tres colecciones de ropa) son algunas de las razones que lo han llevado a llenar los clubes nocturnos de Colombia con éxitos como La temperatura (2013), Borró casette (2015) y El perdedor (2015). Por si fuera poco, esta última ganó el Kids’ Choice Awards de Nickelodeon en Colombia en la categoría de Canción favorita. Es innegable: todos, aunque sea contra nuestra voluntad, hemos movido las caderas con ese coro que dice: “Dime cuál fue mi error / Si mi único delito solo fue amarte / Hoy soy el perdedor / Que me ha robado el truco para enamorarte”. Y no solo aquí: en España su primera gira también ha arrasado este año.
Londoño dice que quiso ser el mejor desde que emprendió su carrera musical. Por eso tiene un ‘Maluma’ tatuado en la pierna izquierda, aunque suene un poco contradictorio frente a su lema de que 'la humildad prevalece'. También se hace llamar el ‘pretty boy’ cada vez que se despide en sus temas musicales.
Antes de ser ese Maluma, hacia el 2010, vivía en Medellín y le cantaba canciones de Héctor Lavoe a su mamá, Marli Arias. De ella, Londoño sacó la primera sílaba de su nombre artístico, Ma; Lu corresponde a Luis, su papá, y la tercera, Ma, a su hermana Manuela. Su pinta de reguetonero –con chaquetas de cuero roqueras y aretes de diamante– se fue construyendo a medida que su éxito se incrementaba en las radios colombianas e internacionales.
“¡Muero por las mujeres!”, dice (y, sí, ellas mueren por él). “Me criaron mi mamá, mi hermana y mi tía Yudy. Cómo no respetarlas, amarlas y ser una compañía mutua”, dice sobre la presencia femenina en su vida. Y aunque este año solo estuvo menos de un mes en su Medellín natal, donde vive su familia, insiste: “Ellas y yo somos uno solo. Las amo con todo mi ser, son mi apoyo, mi hombro, mi almohada, mi compañía y mis pies sobre la tierra. Mi todo”.
Las mujeres también han permeado la producción musical de este cantante. En la mayoría de sus temas pone en entredicho el papel de ellas frente a un hombre que las desea, un tema recurrente en el reguetón, a lo que Maluma responde: “Hay canciones de canciones; (en mis temas) siempre hablamos de amor y también de desamor, así que cada uno toca lo que le gusta”.
Ninguno de sus éxitos surge solo de sus manos. “Siempre compongo con productores y personas muy allegadas", cuenta. Con la ayuda de su equipo de producción musical trata de mezclar reguetón con géneros como la electrónica y el pop. "Por ejemplo, Sin contrato lo escribí con el productor Andrés Castro, que trabaja con Carlos Vives y con otras célebres figuras (como Chocquibtown y Thalía, figuras de otros géneros más allá del reguetón)”, explica él. Publicado el 26 de agosto en YouTube, en el video musical Sin contrato cobra protagonismo la guitarra eléctrica y ya lleva más de 78 millones de reproducciones. A su imparable éxito se suman ya las colaboraciones con Thalía y Ricky Martin. Además de la versión remix de La bicicleta junto a Carlos Vives y Shakira.
Medellín: la ciudad que hizo posible el éxito de Juan Luis Londoño. Así lo ve él, al menos; pero piensa en su ciudad, sobre todo, como un oasis para su frenética vida como nueva estrella. “Me gusta también Rionegro, ahí al lado de la capital. Voy a montar caballo y a olvidarme por un rato de los aviones”, añade. Ama Antioquia y, claro, su comida favorita, además de la oriental, es la bandeja paisa. Cuando llega a su tierra también se olvida de las polémicas que se desatan a su alrededor.
#WhoIsMaluma fue una de las más populares de este año. El hashtag se volvió tendencia luego de que el tuitero @alejandrok25 y el guitarrista de Queen, Brian May, tuvieran una conversación breve por Twitter. El usuario le rogó a May que impidiera que Maluma hiciera un cover de la incomparable Bohemian Rhapsody; pero el británico, al no tener ni idea de quién era el cantante al que se refería, desde su propia cuenta de Twitter preguntó lo lógico: “Who’s Maluma?” (“¿Quién es Maluma?”). Entonces, aunque Londoño desmintió el rumor de que haría un cover del éxito de Queen, el tema trajo cola: 19.450 personas firmaron la petición ‘Evita que Maluma arruine Bohemian Rhapsody’ en el portal Change.org.
Incluso ha ofendido a pueblos enteros, dice él, "sin darse cuenta". En el 2014, el mismo año en que fue coach en el programa de televisión La Voz Kids, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, dijo que abriría una investigación en su contra por “haber desplegado la bandera de Venezuela al revés” en un concierto en Maracaibo. “Nada”, resume Maluma. “Son cosas que pasan cuando el público te tira una bandera; no fue algo intencional. Me disculpé (con Diosdado Cabello) y ya”. Como canta en El perdedor, todo es “un capítulo más del pretty boy”.
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