El artista colombiano protagoniza la portada de la primera edición bilingüe que publica la revista estadounidense.
En el reportaje que presenta The Fader sobre J Balvin se destacan aspectos de la vida del artista desde antes de que fuera famoso, así como las grandes aspiraciones que tiene con su carrera.
El paisa dice que le gusta la idea de poder ser un artista humano, más cercano a sus seguidores, algo que las redes sociales le permiten hacer con más facilidad.
Y cuando haces que tus fans se sientan más cerca de ti y que eres igual a ellos, son más entendibles y te juzgan menos cuando te equivocas. Y además, cuando veo qué recibe más likes y qué no, me permite hacer mi propio estudio de mercado", aseguró a Marlon Bishop, encargado de la entrevista.
En otro aparte de la entrevista, Balvin dice por ahora seguirá haciendo música en español, que no pretende cambiar sino por el contrario hacer historia sin cambiar su esencia.
Quiero que Rihanna coja su teléfono y me llame. Que los diseñadores más grandes del mundo me manden ropa como le mandan a Kanye. Algún día va a haber diseñadores que me mandarán su catálogo de Navidad, porque ellos respetan mi arte y yo el de ellos", afirma el colombiano.
Dentro de sus ideales también está la idea de seguir resaltando los valores y la cultura latina, más en estos momentos que el candidato a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump se ha encargado de demeritarlos.
Yo también trabajé ilegalmente en los Estados Unidos pintando casas y arreglando techos", contó el artista. "Yo no era narcotraficante o violador como dijo él", agregó.
J Balvin confesó que su mayor temor es a la muerte. "Me da mucho temor morir joven porque tengo muchos sueños por cumplir".
El único momento en que el artista ha sentido las ganas de morir fue una época en la que tuvo un ataque de pánico debido al exceso de trabajo y falta de sueño.
Fueron dos meses de un infierno que yo pensé que no se iba a acabar. Perdí las ganas de vivir. O sea, yo recuerdo que pasamos por muchos médicos, como alternativos de energética y todo eso, no me funcionaba. Me rehusaba ir al psiquiatra porque pensaba que era para locos y bueno resultó que estaba loco", recuerda.
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El artista colombiano protagoniza la portada de la primera edición bilingüe que publica la revista estadounidense.
En el reportaje que presenta The Fader sobre J Balvin se destacan aspectos de la vida del artista desde antes de que fuera famoso, así como las grandes aspiraciones que tiene con su carrera.
El paisa dice que le gusta la idea de poder ser un artista humano, más cercano a sus seguidores, algo que las redes sociales le permiten hacer con más facilidad.
Y cuando haces que tus fans se sientan más cerca de ti y que eres igual a ellos, son más entendibles y te juzgan menos cuando te equivocas. Y además, cuando veo qué recibe más likes y qué no, me permite hacer mi propio estudio de mercado", aseguró a Marlon Bishop, encargado de la entrevista.
En otro aparte de la entrevista, Balvin dice por ahora seguirá haciendo música en español, que no pretende cambiar sino por el contrario hacer historia sin cambiar su esencia.
Quiero que Rihanna coja su teléfono y me llame. Que los diseñadores más grandes del mundo me manden ropa como le mandan a Kanye. Algún día va a haber diseñadores que me mandarán su catálogo de Navidad, porque ellos respetan mi arte y yo el de ellos", afirma el colombiano.
Dentro de sus ideales también está la idea de seguir resaltando los valores y la cultura latina, más en estos momentos que el candidato a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump se ha encargado de demeritarlos.
Yo también trabajé ilegalmente en los Estados Unidos pintando casas y arreglando techos", contó el artista. "Yo no era narcotraficante o violador como dijo él", agregó.
J Balvin confesó que su mayor temor es a la muerte. "Me da mucho temor morir joven porque tengo muchos sueños por cumplir".
El único momento en que el artista ha sentido las ganas de morir fue una época en la que tuvo un ataque de pánico debido al exceso de trabajo y falta de sueño.
Fueron dos meses de un infierno que yo pensé que no se iba a acabar. Perdí las ganas de vivir. O sea, yo recuerdo que pasamos por muchos médicos, como alternativos de energética y todo eso, no me funcionaba. Me rehusaba ir al psiquiatra porque pensaba que era para locos y bueno resultó que estaba loco", recuerda.
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